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Alerta Roja
Coronavirus (COVID-19)

Ante la confirmación por las autoridades guatemaltecas del primer caso de Coronavirus (COVID-19) en Guatemala, Cruz Roja Guatemalteca eleva su alerta institucional a Roja con el objetivo de apoyar las acciones de respuesta de manera oportuna y eficaz.

Cruz Roja Guatemalteca como auxiliar de los poderes públicos en el ámbito humanitario se mantiene en estrecha coordinación con las autoridades guatemaltecas contribuyendo con lo establecido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social en el Plan para la Prevención, Contención y Respuesta a casos de Coronavirus (COVID-19) en Guatemala.

Cruz Roja Guatemalteca recomienda a la población mantener la calma, continuar con las medidas preventivas de infecciones respiratorias, estar informada a través de canales oficiales, evitar propagar rumores e información falsa, y sobre todo evitar la estigmatización y discriminación asociada a dicha enfermedad.

Guatemala, 14 de marzo de 2020

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4 de septiembre de 2020

Prevención de Violencia

El tema de la violencia ha tenido diferentes matices y diversas explicaciones sobre sus causas. Muchos han sido los motivos que el ser humano ha utilizado para explicar su comportamiento agresivo: por la libertad, por la igualdad o por la equidad, teniendo una justificación de una conducta violenta que promueve la ley del más fuerte, hasta llevarlo al punto de concebirlo como algo natural he innato del ser humano.

Maturana(1997) afirma “hablamos de violencia en la vida cotidiana para referirnos a aquellas situaciones en las que alguien se mueve en relación a otro en el extremo de la exigencia de obediencia y sometimiento, cualquiera que sea la forma como esto ocurre en términos de suavidad o brusquedad y el espacio relacional en que tenga lugar. Es la negación del otro que lleva a su destrucción en el esfuerzo por obtener su obediencia o sometimiento, lo que caracteriza a las situaciones en las que nos quedamos de violencia en las relaciones humanas”.

Otro autor como, Fernández I. (1999) sostiene que la violencia es dado cuando “no se usan procedimientos pacíficos, sino belicosos, aparecerán episodios agresivos que pueden causar con violencia, sino uno de los contrincantes no juega honestamente y con prudencia sus armas, sino que abusa de su poder, luchando, no por resolver el asunto, sino por destruir o dañar al contrario. Esto es violencia, el uso deshonesto, prepotente y oportunista de poder sobre el contrario, sin estar legitimado por ello”.

Y  según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja: “la violencia es el uso de la fuerza o el poder, ya sea en la forma de acción u omisión en cualquier escenario, como amenaza, percibida o real contra uno mismo, contra otra persona, grupo o comunidad, que ocasione o tenga una probabilidad de ocasionar muerte, lesiones físicas o mentales, daño psicológico o emocional subdesarrollo o privación”.

Con estos conceptos de violencia podemos decir que esta está unida al poder, al sometimiento y la obediencia de otro o de los otros, en el sentido de negar y desconocer, de destruir o dañar. La violencia se encuentra matizada en nuestra cultura, haciéndose ver en muchos escenarios como normal y hasta necesaria: se oculta detrás de nuestras palabras acciones u omisiones; también cuando  nos acostumbramos a no utilizar mecanismos adecuados en la resolución, trasformación y .análisis de conflictos. Podemos decir también que la violencia es el resultado de una construcción social que se aprende en diversos procesos donde interactuamos con los demás, como es la familia, la escuela, el parque y el barrio entre otros.

Ahora estas situaciones son vividas dentro de los hogares donde utilizan la violencia para resolver sus indiferencias o para oprimir al más débil y tener el control contra el débil.

Es por ello que deberíamos de construir una filosofía de la acción comunitaria en donde cada una de las personas se  hace parte del cambio. Cada uno es un dinamizador de procesos que promueven la paz, la solidaridad, el amor, la amista, la compresión y la tolerancia como alternativa de vida para así logra una convivencia pacífica.

Convivencia sin violencia:

Es un estilo de vida, es un principio a favor de un mundo no violento donde los seres humanos, los animales y las plantas tenemos un valor único que debe respetarse a toda costa. La convivencia sin violencia es mi compromiso para con el mundo en el que quiero vivir y construir mi futuro y en de las futuras generaciones.

Que cosas se deben hacer para prevenir la violencia?

  1. Fomentar una cultura de no violencia.
  2. Saber manejar los conflictos que se presenta.
  3. Organizarnos y saber exigir nuestros derechos.

Las personas actúan de acuerdo a lo que han aprendido desde pequeños en nuestra sociedad, los hábitos y costumbres que tenemos como sociedad que contribuyen a generar una cultura de violencia

Una cultura de la no violencia se basa en la solidaridad, el respeto, la justicia, el amor, la persona, la tolerancia y en general en una disposición constante de desarrollar y fortalecer virtudes que te llevan a la espiritualidad enfocada en valores morales.

Entonces debemos de cambiar las formas en que muchas personas resuelven sus diferencias. Utilizar el dialogo, la empatía, la ayuda mutua, la resolución o manera de resolver un conflicto. Parte desde los cambios personales, familiares y sociales.

Por ejemplo si las familias fueran democráticas más que autoritarias se podrían hacer cambios significativos y no solo desde la familia, sino también desde una sociedad más equitativa.

Este tipo de familias están caracterizadas por sentimientos de afecto y amor incondicional, por el respeto a los derechos humanos y a las libertades individuales, por un algo sentido de responsabilidad individual y una comunicación abierta y empática.

Es la familia democrática se asigna el mismo valor a las personas independientemente de sus diferencias de género, edad u otras, lo cual fundamenta las relaciones de reconociendo, aceptación, afecto, respeto y responsabilidad que los adultos establecen con los niños/as y adolescentes en los procesos de crianza.

En la familia democrática las personas no son discriminadas, puesto que se consideran iguales en valor, independientemente de sus diferencias.

En este tipo de familia no existen relaciones de mando y ordeno, sino basadas en los afectos, la protección, la educación orientadora y el respeto.

La comunicación es libre, multidireccional y sus integrantes resuelven los conflictos mediante las formas de comunicación asertiva.

En las familias democráticas se analizan los problemas con empatía, cada persona toma en cuenta los sentimientos de las otras y no trata de imponer sus propias ideas a los demás.

Las mujeres, los  ancianos, las ancianas, las niñas y los niños, no son excluidos en la toma de decisiones familiares.

Las familias democráticas facilitan a cada miembro descubrir sus propias cualidades, destrezas, capacidades y fomentan el desarrollo personal.

En este tipo de familias la educación no se basa en el miedo al castigo, sino en el desarrollo del sentido de responsabilidad individual, del liderazgo positivo y de la autoestima.

En las familias democráticas son poco frecuentes las manifestaciones de violencia física o emocional y cuando estas se producen, se reconocen con facilidad los errores y se reparan prontamente.

Los hijos adquieren valores por la vía del ejemplo adulto y se convierten en reproductores de los mismos. Suelen ser personas organizadas, independientes, alegre e integras.

En las familias democráticas se protege a los más débiles en vez de considerarlos por debajo en la jerarquía de poder.

La comunicación en la familia democrática es horizontal, las decisiones se consultan y se comunican a sus miembros por igual, la obediencia a las reglas de debe a una claridad de objetivos, al sentido de responsabilidad individual y al respeto al derecho ajeno.

En estas familias se respetan las libertades democráticas y los derechos humanos establecidos en los sistemas legales internacionalmente aceptados.

Este tipo de familia no se basa en roles machistas establecidos en la cultura patriarcal, sino en la aceptación de comportamiento sin condicionarlos a los roles tradicionales, por ejemplo se da espacio a la libre expresión de afecto por parte de los niños, adolescentes y hombres adultos.

Los niños que toman como modelos la figura del padre respetuoso, suelen reproducir en el futuro los mismos comportamientos.

Las niñas que tomen el ejemplo de la madre segura e independiente, aprenden a vencer a sí mismas como seres fuertes y completos.

Tanto en el caso de los hombres respetuosos como de las mujeres independientes, eso se relaciona a un alto nivel de autoestima.

Es responsabilidad de cada ser humano darse cuenta del protagonismo que tienen, para la construcción de una sociedad menos violenta. Si el ser humano no sabe cómo resolver sus conflictos tanto personales como sociales, debe de aprender a utilizar otras formas de resolver sus conflictos antes que ejercer violencia contra sí y contra los demás. Como se menciona antes en cuanto a los niños y niñas que toman como ejemplo y modelo a los padres o de las personas que están a su cargo, teniendo una gran responsabilidad de dar un mejor ejemplo. Hay que reconocer otras realidades que tienen las familias, como por ejemplo: necesidades básicas no cubiertas, falta de acceso a la educación, a la salud, como también el goce de sus derechos como seres humanos, en fin muchas situaciones que violentan indudablemente sus derechos, sin embargo los cambios empiezan desde nuestro espacio y entorno, desde el reconocimiento de que es la violencia y como evitarla y desde allí se puede prevenir, siendo responsabilidad de todos…

“La PAZ es un concepto activo, que requiere de la compresión, el aporte y sobre todo de la practica constante de actitudes y valores afines, en todo el trascurso de nuestra vida. No podemos demandar una familia, una comunidad o un país en PAZ, SIN EMPEZAR A MODIFICAR NUESTRAS PROPIAS ACTITUDES”,

Por todo lo anterior es importante que se tome conciencia en la prevención de la violencia, ya que las secuelas que esta conlleva, marca para toda la vida, dañando de sobremanera al SER en todas sus áreas: personales, sociales, profesionales, emocionales, dejando secuelas significativas inclusive hasta de perder la vida. Por lo tanto es necesario conocer y evitar en todo momento actos violentos.

 

Licenciada Irma Lucrecia Pop de León

Coordinadora

Centro de Atención Integral -CAI-

Cruz Roja Guatemalteca